domingo, 1 de noviembre de 2009

Definición de Objeto e intervención del Trabajador Social

Definir al objeto, sin duda, es un a tarea bastante compleja, entendiendo que hace años atrás, los trabajadores sociales para resolver un problema que se les presentaba, éstos actuaban no guiándose por un patrón o en este caso encontrando el objeto al cual iban a intervenir.

El objeto en el trabajo social es un elemento fundamental para operar en cualquier situación específica y para encontrar realmente el problema que le aquejaba a un individuo o familia específicamente.

Para adentrarnos más a este tema y como objetivo de este artículo puedo señalar que se basará principalmente en la definición de objeto, cómo este influye en el trabajo social, el objeto de intervención y mencionaré un ejemplo aplicado, es decir, como interviene en el trabajo social el objeto en un caso particular.

El trabajo social debe y puede definir un objeto de intervención y conocimiento que identifique su Quehacer, en base a esta afirmación nombraré una definición que es muy acertada, entendiendo que el objeto en el trabajo social se necesita para delimitar y precisar el real problema de una situación. Para Kisnermann (1998) el objeto se define como aquello con lo que trabaja una disciplina para conocerlo-transformarlo.

Para poder intervenir es preciso, como se dijo anteriormente, encontrar y establecer un objeto, ya que un trabajador social se enfrenta a problemáticas determinadas, pero no con problemas de intervención definidos.

Después de encontrado y reconocido el objeto y problema en sí, se interviene para transformarlo, es decir ocupar las herramientas concretas para transformar esta realidad en la que se encuentra un individuo, por ejemplo.

El objeto, sin duda, en el trabajo social constituye una ayuda trascendental a la hora de enfrentarnos a situaciones de problema y a la cuales debemos intervenir de manera adecuada y oportuna.

Después de haber definido y comprendido el objeto, es necesario también entender el objeto como actor en la intervención de cualquier circunstancia. Definir al objeto en términos de intervención. Como dijimos anteriormente el trabajador social ha definido su acción acudiendo al esquema de diagnóstico-tratamiento, que buscaba determinar la naturaleza de ciertos “problemas sociales” intentando determinar sus causas y los efectos que contribuían a su agravamiento y mantención. Los problemas detectados por los trabajadores sociales, generalmente se solucionaban comparando los casos o problemas con experiencias anteriores, tanto personales como profesionales. Debido a esta modalidad, se plantea la necesidad de partir definiendo la situación objeto de nuestra intervención, a partir del conocimiento de la realidad social en la cual nos movemos y cuya problemática exige a nuestra actividad profesional una respuesta.

Es prioridad, en la situación, definirla en términos de intervención. Definir el problema objeto de intervención es delimitar qué aspectos de una necesidad social son susceptibles de modificar con nuestra intervención profesional.

Para entender los conceptos mencionados anteriormente y relacionarlo con la influencia que tiene el objeto en el trabajo social, mencionaré un ejemplo aplicado. Al hacer un trabajo para el Taller de Acercamiento a la Realidad tuvimos que visitar un consultorio en Santiago Centro y nos dimos cuenta de las condiciones precarias que los individuos tienen que, día a día, vivir para ser atendidos de algún malestar o control médico.

En primer lugar tenemos que considerar como punto inicial reconocer el problema central, el problema de fondo. En el ejemplo veremos el tema de la salud, más específicamente el hacinamiento en el consultorio con un número de habitantes muy alto por sector establecido, en época de invierno.

Para detectar el problema en profundidad debemos tenemos que considerar donde vemos el hacinamiento en este consultorio:

- El alto número de habitantes en la comuna.

- El tamaño muy reducido estructuralmente del consultorio.

- El consultorio no dispone de espacios en las cuales se pueda desarrollar el individuo que será atendido.

Con estas tres problemáticas nos estamos dando cuenta que el problema no es el hacinamiento en sí, si no más bien la infraestructura inadecuada del consultorio, el cual asisten muchas personas, a esto podemos nombrarlo como objeto.

Luego debemos detectar los problemas que derivan del problema principal y situaciones que agravan a éste. En este punto podemos encontrar:

- Alto índice de crecimiento de la población

- Mal uso del espacio dentro del consultorio.

- Crecimiento de demanda, ya que en época de invierno se incrementan las enfermedades, especialmente respiratorias, resfriados, entre otros.

Como solución “ideal” a la intervención de un trabajador social a este problema podemos nombrar:

- Estudiar a la población que asiste a este lugar

- Estudiar el género, edad, dirección.

- Dividir a la población que asiste a este consultorio y derivarla a otro, dependiendo del problema que lo aqueja.

- Repartir adecuadamente al personal, equipos de trabajo, oficinas del lugar, para que el espacio sea bien aprovechado.

Reconociendo estos problemas y tomando en cuenta que debemos considerar un problema de fondo y problemas que derivan de éste, podemos, los trabajadores sociales actuar. No siempre esperaremos tener una apreciación clara y correcta del problema, como lo tendrán los involucrados, pero nos definir el objeto servirá de mucha ayuda para acercarnos e investigar el problema que se nos presenta.

Como trabajadores sociales, no solo debemos intervenir y hacer presencia en algún tipo de situación, sino, a mi parecer es, fundamental la investigación de algún caso en particular y establecer el objeto al cual debemos intervenir para que nuestra trabajo e intervención se la más acertada posible.

Bibliografía

- CELATS, 1997. La práctica profesional del trabajador social, Módulo II, El problema del Objeto de la intervención de Trabajo Social. Elementos teóricos de la Guía de análisis. Editorial Humanitas, Págs. 99- 121.

- Zamanillo T .y Gaitán L. 1992. Para Comprender el Trabajo social. Capítulo 3, Tema 3: El Objeto. Pág. 66-70.

- Rodríguez B, Arantxa, 2000. La Investigación en Trabajo Social. En texto Trabajo Social y Ciencias Sociales, Natividad de la Red. Cuadernos Andaluces de Trabajo Social.

- Apuntes de clases.

domingo, 11 de octubre de 2009

Segundo Artículo

Acción profesional, intervención y praxis

Ningún profesional y en especial un trabajador social le pueden ser ajenos y desconocidos estos conceptos, como lo son acción profesional, intervención y praxis. Sin duda que son conceptos que se utilizarán en todo momento en el desarrollo de la carrera. Este tema es fundamental, al momento de pensar en personas con problemas o situaciones complejas, pero sin duda que son éstos los que generan las resoluciones de estos problemas y la ayuda adecuada, si se manejan de manera ajustada a lo que se espera tener como resultado final.

En primer lugar este artículo tendrá como objetivo desarrollar más a fondo estos tres conceptos y como lo llevamos a la vida cotidiana de una persona que las tiene que poner en práctica. Al momento de reflexionar a cerca de estas palabras, sale a la luz una pregunta que nos permitirá pensar más a fondo sobre este tema, ¿cómo debe actuar un trabajador social para desempeñar la acción profesional, la intervención y la praxis de la mejor forma posible?, considerando que este cuestionamiento a simple vista parece ser un poco complejo debido a la subjetividad que tiene este tema, ya que uno no puede hablar como actúa cada persona, entonces haremos un análisis general de cómo podemos actuar cuando estemos ejerciendo la profesión.

La acción profesional, es decir, como debe actuar el profesional, es una acción que se da en la vida cotidiana. En la vida cotidiana, en schutz, se requiere dar cuenta de los aspectos que la constituyen así como: la experiencia directa, la inmediatez, espacio temporal, la orientación de la conducta, las reflexiones e interacciones que orientan las acciones. Aspectos que son tan próximos al profesional y que, por lo mismo, no tiene conciencia de cada uno de ellos. Cada uno de estos ámbitos van constituyendo la vida cotidiana del profesional. Estos aspectos y la vida cotidiana son los que influyen a la acción profesional del trabajador social, las relaciones entre personas, la relaciones de un “cara a cara”, de un tú y yo (Sólo puedo comprender mi vivencia en la vivencia del otro) y las experiencias que el profesional va adquiriendo con el tiempo, son las que forman a un trabajador social para que su accionar en la vida cotidiana sea cada vez más eficiente. Aquí también surge un tema bastante importante, el actuar del profesional debe estar basado en una ética o en una base filosófica, es decir un trabajador social se basa en la ética profesional establecida por él y una base filosófica, como el positivismo, racionalismo, idealismo, entre otras. Para operar a través del pensamiento e ideología que se sienta representado.

En segundo lugar se puede mencionar la intervención, este tema es fundamental, ya que siempre se piensa que el trabajador social ayuda a la personas, les brinda una mano a la persona que lo necesita, pero todo esto a modo de caridad, lo mencionado anteriormente es una posición errada, ya que el trabajo social se basa principalmente en la intervención. “Esta profesión se diferencia de otras, porque tiene su propio objeto y está legitimada socialmente. Pero ¿cuál es ese objeto?, y ¿es importante para el ejercicio del trabajo social? Tomando la idea de José Paulo Netto, el trabajo social encuentra su legitimidad, como profesión sostenida en la división social del trabajo, en la atención de la demanda, y la respuesta a esa demanda es la que instaura el espacio de la intervención”

(González, Alicia, “Una lectura epistemológica para el trabajo social”, Santiago de Chile, Agosto de 1994, Pág. 2-6.).

Es la intervención la que nos brinda una posibilidad de construcción de un saber profesional, ese conjunto de conocimientos que se producen en la práctica, en el oficio, ese saber local y específico que, surgido de las prácticas sociales, se constituye en la cotidianeidad produciendo efectos de transformación. Para el trabajo social la intervención es lo primordial a la hora de interactuar y relacionarse con las personas.

Y por último hablaremos de la praxis, el contacto directo, cotidiano y continuo con la realidad social; su actuación con el hombre en su realidad histórica presente y la planificación de cara al futuro. La práctica no sólo es lo que nos motiva a nosotros los trabajadores sociales a día a día querer integrarnos y adentrarnos a lo que le sucede a la sociedad y a cada persona en particular, sino que también es lo que nos ayuda a perfeccionarnos y aprender como hacerlo mejor y como poder colaborar con un granito de arena para la infelicidad de la comunidad.

Así como la acción social, la intervención y la praxis son conceptos fundamentales para un trabajador social, para su actuación con la sociedad, éste debe estar conciente que cada día nos enfrentaremos con diversas dificultades, tanto para nosotros como con problemas de cada persona, pero son éstos los que nos ayudaran a descifrar la solución para cada conflicto, siguiendo y teniendo como base nuestros ideales, paradigmas y desarrollar nuestra ética correspondiente. Sin duda, este tema es uno de los más importantes que atañen directamente a nuestra carrera, y debemos ser capaces de hacer lo mejor posible, que sea una intervención profunda, un accionar profesional de acuerdo a lo que creemos que será correcto, y la praxis, sin olvidar que de por medio a un ser humano o una familia que necesita un contacto, una relación verdadera y cercana, que sienta la seguridad y confianza de parte de nosotros, los trabajadores sociales.

- González, Alicia, “Una lectura epistemológica para el trabajo social”, Santiago de Chile, Agosto de 1994, Pág. 2-6.

- Moratalla, Domingo Agustín, “Horizontes éticos del trabajo social Análisis de prácticas profesionales en política social”, Pág. 9-10.

Disponible en: www.fortunecity.es/expertos/industrial/106/trabso/funciones.htm

- Aguayo, López y Quiroz, “Ética y Trabajo Social en las voces de sus actores: un estudio desde la práctica profesional”, Santiago, Colegio de Asistentes Sociales-Chile, 2007.